Hola a tod@s ....
Por estos días, estamos escribiendo nuestras cartas al Niño Dios, algunas con deseos materiales y otras con deseos espirituales. Hoy quiero invitarte a hacer un alto en el camino para reflexionar sobre el verdadero sentido de la Navidad. Es el sentido de nuestra propia existencia gobernada por Dios.
En la navidad, celebramos la llegada de ese hermoso niño que nos hace guardar una esperanza en el corazón al igual que los sentimientos mas nobles. Lo esperamos con ansias y lo recibimos con júbilo y alegría porque Él, es el mismo bálsamo del amor.
Haciendo el alto en el camino, encontré en internet la siguiente carta al niño Dios, escrita por Tu Hijo Amado y quiero compartirla en este blog.
Querido Niño Dios:
En estos días, es mucho el trabajo que debes tener, sin embargo, quise escribirte en nombre de toda la humanidad porque siento que necesitamos mucho de tu presencia en nuestros corazones.
No deseo que me traigas de aguinaldo, el último Iphone 6s o el reloj de Apple OS 2 que tan solicitados están por estos días. Creo que con todos los pedidos, ya hasta se habrán agotado. Además no quiero gastar todas mis energías en cosas materiales que no me van a llenar por completo.
Realmente mi lista, es un poco mas larga y compleja de cumplir, pero sé que para ti, nada es imposible.
Quisiera con todo mi anhelo, que en esta Navidad nos pudieras traer lo siguiente:
- Un rayo de luz, para la solución de todos los conflictos bélicos que hay en el mundo. Permite que aquellos que intervienen con una cuota de violencia, tomen conciencia de la importancia de perdonar.
- Abre nuestros corazones a la reconciliación y permite que seamos cada vez menos extremistas y radicales porque sin pensarlo, los hombres nos estamos haciendo daño y creándonos enfermedades con nuestra obstinación.
- Madúranos en el diálogo; ahí está el inicio a la solución de los conflictos.
- Danos humildad y conciencia para ceder ante el conflicto, podamos reconocer nuestros errores y resarcir el daño cuando hemos lastimado a alguien.
- Permítenos ser coherentes ante lo que pensamos, decimos y hacemos para que de esta manera podamos ser ejemplo de vida y arrastremos con ello a los demás a un verdadero cambio.
- Quítanos la indiferencia ante el sufrimiento de nuestro prójimo, de tal manera que podamos servir con alegría y desprendernos de todo lo material con amor y paz.
Y lo más importante, querido niño Dios:
Nace en nuestros corazones para que a través de tu amor podamos trascender y alcanzar una vida nueva.
Gracias Niño Dios
Tu Hijo Amado.
Te invito a que escribas tu carta al Niño Dios y hagas de esto, la mejor experiencia en esta Navidad.
Bisous
Adri Marti
Fotografías: www.pexels.com, Foto máquina de escribir Dustin Lee en www.unsplash.com.