martes, 26 de febrero de 2019

Lo que debes saber sobre los efectos agudos del calor

El cuerpo humano en condiciones extremas puede reaccionar a las altas temperaturas del medio ambiente. Las reacciones más importantes relacionadas con el calor son el golpe de calor, agotamiento por calor y calambres por calor. Estas, se generan como respuesta a las altas temperaturas principalmente en el verano en situaciones específicas de predisposición como ocurre con los adultos mayores en especial si padecen de alguna enfermedad crónica, atletas que practican ejercicio muy vigoroso en ambientes calurosos, trabajadores de la construcción o en ambientes externos y niños.




Los adultos mayores tienen una mayor susceptibilidad de presentar reacciones por calor porque el sistema termorregulador del cuerpo puede fallar en un determinado momento, especialmente por la disminución de la capacidad de sudar. La sudoración es uno de los mecanismos que utiliza el cuerpo para liberar calor. Además de la capacidad de sudar disminuida del adulto mayor, si adicionalmente padece de alguna enfermedad crónica o consume medicamentos  por largo tiempo también puede aumentar la susceptibilidad.
Los atletas que se ejercitan y los trabajadores de ambientes externos  que hacen  trabajo extenuante como los trabajadores de la construcción, también tienen una mayor susceptibilidad de presentar reacciones por calor, generalmente porque hay más riesgo de deshidratación. El calor y el ejercicio extenuante favorece la deshidratación por la pérdida de líquido a través del sudor y por la liberación de calor de los músculos, si además el ambiente es muy húmedo, la capacidad de sudar disminuye, por tanto habrá menos posibilidad del cuerpo de liberarse del exceso de calor para regular la temperatura corporal.
En cuanto a los niños, también pueden ser más susceptibles, principalmente los lactantes  por la  incapacidad espontánea de locomoción, es decir de cambiar espontáneamente de ambientes calurosos a más frescos.
Los calambres por calor son la forma más leve y temprana en respuesta al calor excesivo. Se trata de espasmos musculares a nivel de las extremidades  y/o  la pared muscular del abdomen que suele afectar en mayor medida a las personas jóvenes. Generalmente no están acompañados de aumento de la temperatura corporal. El manejo consiste en  tomar un vaso de agua fría cada 15 minutos hasta que la persona se sienta mejor.[1]También trasladarse a un ambiente menos caluroso como la sombra.
El agotamiento por calor, se caracteriza por debilidad, cansancio, fatiga y  dolor de cabeza  más frecuente en jóvenes después del ejercicio extenuante  o adultos mayores. La temperatura corporal suele ser menor a 38 grados centígrados.[2] El manejo debe hacerse en un servicio médico. Las medidas iniciales incluyen colocar a la persona en un ambiente fresco y ofrece un vaso con agua cada 15 minutos hasta  que se sienta mejor.[3]
El golpe de calor es la forma más grave de las reacciones por calor, consistente en temperatura corporal superior a 40 grados centígrados y alteraciones del sistema nervioso como confusión y convulsiones  que puede empeorar a coma y shock con falla de órganos. En estos casos se debe llamar a la línea de emergencia inmediatamente ya que la fiebre alta puede poner en riesgo la vida. Las primeras medidas consisten en enfriar a la persona lo más pronto posible desplazándola a un lugar fresco. Se puede rociar o humedecer la piel con agua a una temperatura de 15 grados centígrados y abanicarla vigorosamente.[4] En estos casos está contraindicado dar de beber al enfermo principalmente si está alterado el estado de conciencia. El traslado a un servicio de urgencia debe hacerse lo más pronto posible para que se le suministre ayuda especializada.






Existen algunas medidas para prevenir las reacciones por calor, dentro de las cuales se mencionan[5]:
  • Tomar suficiente agua mientras se esté ejercitando o trabajando en un ambiente caluroso, aún si no se tiene sed, la ingesta de agua debe ser adecuada.


  • Hacer descansos cada 25 minutos de 5 minutos en la sombra cuando se esté trabajando o ejercitando de manera extenuante en un ambiente caliente.
  • Usar ropa ligera y de colores claros principalmente si la temperatura ambiental es superior a 32 grados centígrados.
  • Evitar la exposición del sol entre las 9 am y 4 pm.
  • Se recomienda que las sesiones de ejercicio sean más cortas y menos vigorosas cuando la temperatura ambiente supera los 28 grados centígrados, sobre todo si la humedad es alta.
  • Evitar el uso de tinas calientes o saunas en ambientes calurosos.
  • En caso de niños, protegerlos de la fiebre alta, pero evitar cubrirlos con una cobija o demasiada ropa.
  • No dejar niños solos en un carro estacionado.
  • Usar bloqueador solar, sombrero y ropa ligera en caso de exposición solar.





XOXO


[1] BARTON, Schmitt. American Academy of Pediatrics. Ireland. Pedaitric Advisor. 2018. P.2.
[2] PIÑERO SANDE, N et al. Golpe de calor.En: Emergencias.Vol.16. (fall 2004).p.117.
[3] BARTON, Schmitt. American Academy of Pediatrics. Ireland. Pedaitric Advisor. 2018. P.1.

[4] PIÑERO SANDE, N et al. Golpe de calor.En: Emergencias.Vol.16. (fall 2004).p.123.

[5] BARTON, Schmitt. American Academy of Pediatrics. Ireland. Pediatric Advisor. 2018. P.1.

BIBLIOGRAFÍA
BARTON, Schmitt. American Academy of Pediatrics. Ireland. Pedaitric Advisor. 2018. P.1-2.

PIÑERO SANDE, N et al. Golpe de calor.En: Emergencias.Vol.16. (fall 2004).p.116-125.

Fotografía:
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domingo, 10 de febrero de 2019

Lo que debes saber sobre los efectos del cigarrillo en la piel




No es nuevo para la humanidad y para  los científicos  que el consumo de cigarrillo está relacionado con la aparición de diferentes enfermedades, entre estas el cáncer pulmonar. Tampoco en nuevo que el consumo  de cigarrillo siempre se ha considerado un problema de salud a pesar de la contraparte  del aporte económico representado por los impuestos generados por la fabricación, venta y distribución de los tabacos. No es la intención de esta entrada, entrar a controvertir el consumo de tabaco en los diferentes ámbitos sociales pero si es necesario que el conocimiento de las posibles consecuencias sobre la salud por su uso sean conocidas por las personas, fumadoras o no.
El consumo de cigarrillo es un hábito aceptado socialmente, aún si actualmente existen normas que estipulan espacios “libres de humo de cigarrillo”, la fabricación y venta sigue siendo aunque regulado, un negocio.
Bien, el consumo de cigarrillo puede causar innumerables enfermedades y complicar el curso de otras. Es causante  no solo de enfermedades crónicas como el enfisema pulmonar, bronquitis, enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos sino también del cáncer. El más frecuente asociado al uso del tabaco es el cáncer bronquial, pero también se ha encontrado una fuerte relación causal con el cáncer de boca, faringe, laringe, esófago, cuello de matriz y riñón.[1]
También los compuestos volátiles (dióxido de carbono, monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno etc) y los compuestos sólidos ( nicotina, phenol, anilina, benzopirenos etc) del cigarrillo se han asociado a la aparición de enfermedades de la piel y también al empeoramiento de algunas condiciones médicas.
Diferentes estudios han soportado la relación existente entre el consumo de tabaco y algunas enfermedades de la piel, así como el mecanismo de acción directa del humo del cigarrillo sobre la piel como por la acción de las sustancias tóxicas que llegan a ella  viajando por el torrente sanguíneo.
Estas enfermedades relacionadas son:
ü  Psoriasis: el consumo de cigarrillo se ha relacionado con un incremento del riesgo  de desarrollar psoriasis pustular, de acuerdo a diferentes estudios científicos.
ü  Pustulosis palmoplantar: ésta consiste en una erupción pustular y crónica a nivel de las plantas de los pies. Otros factores además del uso del cigarrillo se ha asociado al origen de esta enfermedad como el estrés y los factores genéticos.
ü  Problemas relacionados con mala cicatrización post quirúrgica: Diferentes estudios ha demostrado que el hábito de cigarrillo se ha asociado a un incremento en los riesgos de complicaciones en la herida quirúrgica posterior a la cirugía, esto debido al efecto de los componentes tóxicos como la nicotina y monóxido de carbono entre otros.
ü  Cáncer de piel:  Dentro de estos se mencionan el carcinoma escamocelular de piel en el que el hábito de cigarrillo aumenta en 50% más la probabilidad de desarrollar este tipo de cáncer.[2]Por otro lado, el carcinoma escamocelular de labio también se ha asociado con el consumo de cigarrillo al igual que otros factores de riesgo  como la herencia, la exposición a los rayos solares y a los trabajos al aire libre ( por la exposición al sol). En cuanto al carcinoma escamocelular de boca, existe una correlación directa con el número de paquetes que se fuma  por año; es decir entre mayor número de paquetes por año consumidos, mayor riesgo de desarrollar cáncer de cavidad oral. El riesgo aumenta mucho más si se asocia a consumo regular de alcohol. El consumo de tabaco también se  ha asociado a un incremento del riesgo de presentar carcinoma escamoso de la región anogenital.
ü  Hidradenitis supurativa: que es una enfermedad en donde se forman abcesos en  zonas donde abundan las glándulas sudoríparas como por ejemplo la zona de las axilas.
ü  Lupus eritematoso sistémico: es una enfermedad que se denomina inmunológica porque el cuerpo produce anticuerpos que atacan los tejidos del propio cuerpo. En diferentes estudios se ha observado que los fumadores tiene un mayor riesgo de presentar lupus eritemoso que los no fumadores.[3]
ü  Melanosis de los fumadores: es causada por un aumento en la deposición de pigmentación en la mucosa de la boca.
ü  Dientes y dedos amarillos.
ü  Dermatitis ocupacional por tabaco: observada entre los trabajadores de siembras de tabaco y fábricas de cigarrillos. Incluso se ha observado dermatitis de contacto que puede afectar la cara y las manos.
ü  Estomatitis por nicotina o leucoqueratosis del paladar: Se caracteriza por la aparición de placas en el tercio posterior del paladar blando que suelen no producir síntomas. Se asocia a fumadores de cigarrillo en forma invertida.
ü  Enfermedad periodontal: Se trata de una inflamación crónica de las estructuras alrededor del diente. El uso del cigarrillo también puede retrasar el proceso de cicatrización de la mucosa oral porque la nicotina ocasiona que los vasos sanguíneos se constriñan ocasionando disminución del flujo sanguíneo.
ü  Cálculo dental, inflamación de las encías y pérdida de hueso.
ü  Eritoplastia: se trata de la aparición de la lesión de color roja sobre la base de la lengua, el paladar blando y la mucosa del carrillo.
La aparición de síntomas a nivel de la boca son causa para alertar y buscar la ayuda médica tales como sangrado abundante de la boca, úlceras de la lengua o de las encías de más de 2 semanas de duración,  sensación de dureza o tumefacción  en la mucosa, lengua, paladares etc, dolor o molestia al tragar.
En cuanto a los hábitos, dejar el hábito del cigarrillo y alcohol, evitar los alimentos muy calientes y hacer ejercicios y meditación para reducir los niveles de estrés, pueden disminuir el riesgo de presentación de las condiciones médicas anteriormente descritas.
Importante: El contenido de esta entrada no pretende remplazar los exámenes médicos y la atención médica brindada por un profesional de la salud. Cualquier síntoma  o hallazgo anormal debe ser motivo para consultar al médico tratante.



[1] JUST SAROBÉ,     Miquel. Smoking and sking. En: Actas Dermosifiliogr. No.99 ( fall 2008); p. 173.
[2]  JUST SAROBÉ,    Miquel. Smoking and sking. En: Actas Dermosifiliogr. No.99 ( fall 2008); p. 176.

[3] JUST SAROBÉ,     Miquel. Smoking and sking. En: Actas Dermosifiliogr. No.99 ( fall 2008); p. 177.



BIBLIOGRAFIA:

JUST SAROBÉ,   Miquel. Smoking and sking. En: Actas Dermosifiliogr. No.99 ( fall 2008); p. 173-184.
NACHÓN GARCIA,  Gabriel, et al. Tabaquismo y cáncer bucal: una revisión teórica. En: Revista médica universidad veracruzana.(fall 2010); p. 30-37.
 Fotografía: www.fotolia.com